El proyecto, un pabellón que se construye a partir de un cubo y un volumen suspendido de ladrillos, evidencia la potencialidad del uso de este material en la generación de atmósferas.
Descripción por los arquitectos. PAUSA es nuestra respuesta a un desafiante concurso de instalaciones arquitectónicas cerca de “Afif Abad Garden”, uno de los jardines históricos más importantes en Shiraz, Irán.
Es el sentimiento de aventura que no experimentamos desde la infancia. Se trata de revivir los sentidos que hemos estado ignorando. Sintiendo la textura del ladrillo; escuchando el sonido de nuestros pasos sobre las láminas de metal, mirando el cielo que está arriba cada día sin prestarle atención, ni siquiera tratando de hacer una pausa para disfrutarlo.
Desde el exterior, es un cubo que tiene un volumen de ladrillo suspendido. Esto es lo suficientemente adecuado para incitar la aventura y la curiosidad. Al pasar por el acceso de la pared de ladrillo, llegamos a un oscuro espacio cerrado en el que no se puede oír nada excepto el sonido de las láminas de metal bajo nuestros pasos. Continuamos nuestro viaje tocando las texturas del ladrillo.
Esto concluye incitando y enfatizando nuestros sentidos auditivos y táctiles, que conducen a seguir nuestra única guía posible para avanzar, la textura de ladrillo, mientras nuestros ojos están constantemente buscando encontrar un haz de luz o una abertura. Los espejos y las reflexiones de la luz nos informan gradualmente sobre un acontecimiento que está a punto de suceder. Un pequeño rayo de luz se revela y de repente, desde arriba, una fuente impresionante de luz aligera el espacio. Nos encontramos bajo el cielo que está enmarcado y rodeado de espejos, se define la frontera entre nosotros y el medio ambiente.
Respetando el espacio máximo permitido de 4x4x4m, el esfuerzo estuvo en implementar el concepto en ese espacio definido. La creación de un nudo en la circulación nos llevó a plantear un volumen circular designado en un volumen cúbico. Extruyendo el círculo para crear el cilindro, y del cilindro al cono para crear diferentes radios del volumen, se pretendió alcanzar una diversidad espacial entre el piso y el techo.
Con motivo de incitar la curiosidad de la gente, cubrimos todo el interior de la estructura del cubo con láminas de metal. Posteriormente, el espacio de entrada / salida se definió cambiando el material y creando una pared de ladrillo.
Todos los ladrillos que se utilizan en el pabellón se cortan por la mitad y se instalan con los tirantes diseñados. La densidad de los espejos en el interior aumenta a medida que los ojos se mueven hacia la parte superior del cono. Finalmente, para evitar la luz solar directa y controlar su ingreso, el techo está cubierto por chapas metálicas. Se ha recortado un agujero del techo con motivo de guiar la atención de todos hacia el espacio de arriba.
Fuentes: