El BIM, con tecnologías de realidad aumentada y visión artificial, ha logrado dar un salto en planificación y prevención de un proyecto constructivo.
Los promotores impulsan un ‘software’ para agilizar la concesión de licencias
La inteligencia artificial llega a la construcción por la puerta grande. La combinación del BIM (Building Information Modeling) con tecnologías de realidad aumentada y visión artificial ha conseguido dar un salto cualitativo en el seguimiento de la planificación y prevención de un proyecto constructivo.
La empresa Tecnalia se ha unido con Construcciones Olabarri, Ikusmen (especializada en sistemas de visión artificial) y Sistemas de Seguridad SDS (compañía que se encarga de instalar y mantener este tipo de sistemas) para crear la primera plataforma web, denominada Virasco, que facilita al usuario el control del progreso y la prevención de un proyecto de construcción telemáticamente desde un ordenador.
“El objetivo de esta automatización de procesos es, por un lado, facilitar la identificación temprana de desviaciones respecto a la planificación del proyecto, y por otro, posibilitar el control remoto de la seguridad en obra”, cuenta José Luis Izkara, investigador de Tecnalia. “Esto es posible gracias a que toda la información de dicho proyecto está digitalizada en un modelo BIM que se utiliza para comparar la ejecución real con la planificada, al tiempo que el procesado digital de las imágenes capturadas permite mejorar la prevención en la obra”, concreta.
La plataforma está orientada para su uso por parte del constructor o promotor de la obra. En este sentido, sus funcionalidades ofrecen un valor añadido especialmente al jefe de obra (en el seguimiento de la ejecución del proyecto) y al responsable de seguridad (en los temas relacionados con la prevención). Con todo, Tecnalia no descarta poder ampliar en un futuro las capacidades de la plataforma y extender su uso a otro tipo de usuario, incluyendo el propietario.
Aunque se estaba empezando a introducir este tipo de tecnologías de forma individual en el sector de la construcción, hasta el momento no había una solución que integrara todas ellas y que para ello se sirva de una aplicación web.
Desarrollada a lo largo de 2014 y 2016 durante la construcción de una promoción de viviendas en Algorta (Vizcaya), esta plataforma es el resultado de la combinación de cámaras de videovigilancia, visión artificial, web 3D, realidad aumentada y modelos BIM. En este sentido, es una herramienta pionera como integradora de distintas tecnologías aplicadas al sector.
Pero hasta llegar a la culminación de ese proyecto no todo ha sido un camino de rosas. Concretamente, en la promoción de Algorta las principales barreras encontradas ha sido el emplazamiento de la obra (entre dos bloques de viviendas y en calles estrechas), lo cual, según el investigador de Tecnalia, ha limitado la posibilidad de colocación de las cámaras. La solución actual está centrada en las fases iniciales del proyecto, cimentación y levantamiento de la estructura y cerramiento.
Previo a esta colocación de cámaras, es requisito fundamental el diseño del proyecto en BIM, con lo que se obtiene un modelo digital detallado del proyecto de construcción. “Cuando comienza la obra se ponen las cámaras y las imágenes capturadas se almacenan con una periodicidad acordada (en nuestro caso fue cada 10 minutos)”, comenta Izkara.
Tanto los históricos de las imágenes como las realizadas de manera más reciente son accesibles desde la aplicación, de manera que cualquier momento es posible pedir al sistema que muestre una comparativa de la imagen de una determinada fecha con la planificación del proyecto. “Se muestra el modelo 3D con los elementos visibles en la fecha seleccionada”, detallan desde Tecnalia. El usuario compara visualmente la situación real con la planificación.
“Por otra parte”, añade Izkara, “cada vez que se recoge una imagen ésta se procesa de acuerdo a unos algoritmos de visión artificial definidos, para identificar la inexistencia de los elementos de prevención necesarios, por ejemplo de vallado”. En caso de identificar un problema de este tipo se genera una incidencia de seguridad.
Pese a la particular funcionalidad de este sistema, todavía no está definido su modelo de explotación, “aunque lo más probable es que la plataforma esté localizada siempre en un servidor de alguna de las empresas del consorcio y que se suministre a los usuarios acceso a la información y funcionalidades para sus proyectos”, piensa Izkara. De este modo el usuario no se preocupa de alojar la profusa información que se genera ni del mantenimiento ni actualización del software.
Fuente: El mundo